La Revolución Rusa fue, sin duda, uno de los acontecimientos más importantes del Siglo XX. La llegada al poder de los bolcheviques cambió todo, pues puso patas arriba todo el antiguo Imperio Ruso, además de animar a grupos de obreros de todo el mundo a asociarse para imitar la “dictadura del Proletariado”.
La violencia que siguió a la Revolución rusa fue única, cosa que conoce bien el autor, Julián Casanova, que tiene otros trabajos en los que analiza la violencia en el siglo pasado, como es el caso de la obra Una violencia indómita: El siglo XX europeo. Este autor es conocido también por otros ensayos sobre el anarcosindicalismo en España, la guerra civil española o el auge del fascismo.
En este breve ensayo divulgativo, de aproximadamente 150 páginas, Julián Casanova pretende dar al lector una visión global y, lo más cercana posible tanto a la historia política como a la social, pues combina acontecimientos políticos sin los que la revolución no podría ser entendida por el lector con un sinfín de datos de como la población fue viviendo los hechos.
El actor principal de la Revolución rusa es el pueblo y su progresivo cansancio, debido a la guerra o a la escasez derivada de ella, que el Rusia azotó a una gran parte de la población. La represión por parte del régimen aristocrático de los Zares también fue uno de los detonantes, pues cualquier intento de democratización o de ampliación de derechos chocó frontalmente con el aparato represivo del estado.
A destacar
Políticamente, este libro hace una buena diferenciación de las diversas fuerzas revolucionarias, no centrándose solo en los bolcheviques, sino también mencheviques y socialrevolucionarios, que participaron en la revolución de octubre de 1917. Los conflictos en el seno del nuevo gobierno “provisional” también son analizados con precisión, explicando paso a paso la conquista del poder por parte de los Bolcheviques.
El campo también es una cuestión fundamental, pues el Julián Casanova considera que, ni el régimen señorial de los zares, ni el nuevo gobierno revolucionario comprendieron al campesinado, que representaba una gran parte de la población rusa.
En definitiva, esta obra me parece fundamental para todos aquellos que quieran un relato ameno y divulgativo sobre la revolución de 1917. Por otra parte, al ser un ensayo corto, es cierto que se deja ciertos aspectos sin tratar con excesiva profundidad, sin embargo, tampoco podemos pedir mucho más si tenemos en cuenta la extensión.
Si quieren leer más sobre este periodo, os dejo una reseña en la que hablamos sobre el ejército Nazi.
