Introducción a la Economía y Cultura en Al-Ándalus
Con este artículo vamos a dar por finalizado el conjunto de artículos que hemos hecho en la web sobre los conceptos generales de Al-Ándalus, aunque eso no quita que en el futuro nos apoyemos en estos artículos para tratar algún tema más concreto.
Los grandes pilares que nos faltan por tratar son la economía y la cultura. Vamos a empezar hablando de la economía. Como ya hemos hablado alguna vez, el mundo andalusí se fundamenta principalmente en las ciudades, con su economía sucede lo mismo. Sin embargo, no por ello todas las actividades económicas se realizaron en las ciudades.
Agricultura
La agricultura fue uno de los grandes pilares económicos, sobre todo en los primeros períodos en los siglos VIII y IX en relación con el reparto de tierras y su reestructuración por la articulación del nuevo poder musulmán. La propia conquista trajo nuevos señores que enseguida se encargaron que las tierras adquiridas dieran sus frutos.
Al principio destacaba el trabajo del secano del trigo y la cebada, esencial para abastecer de alimentos el incipiente mundo urbano musulmán. Se usó el sistema de la aparcería que consistía en que el propietario cede en uso y disfrute un terreno y más tarde se reparten los bienes producidos entre las partes del acuerdo.
Cuando los musulmanes se asentaron en el territorio comenzaron a realizar obras hidráulicas para poder tener tierras de regadío, en su mayoría eran obras de origen romano o persa, modificadas con innovaciones de Oriente Medio. Este tipo de obras fueron más numerosas en la zona del Guadiana, Guadalquivir y el Levante peninsular.
La diversidad de terrenos cultivados daba la posibilidad de cultivar productos muy variados dando la posibilidad de trabajar bienes agrícolas no únicamente destinados a la subsistencia y abriendo la puerta a la agricultura comercial y de materia prima para la elaboración de artesanías.
Dentro de la alimentación podemos encontrar aceitunas, viñas, cítricos, dátiles e higos destinados a la alimentación local y a la exportación, pero también se cultivaba morera (para realizar sedas) en la zona de Jaén, Baza y las Alpujarras, lino en Granada, esparto en Murcia, azafrán en el valle del Ebro y algodón en Sevilla y Guadix.
En el artículo de esta misma web Sociedad en Al-Ándalus, hablábamos de que los grandes terratenientes de estos cultivos eran los árabes y sus propiedades eran trabajadas por población nativa y en menor medida, bereberes. Sin embargo también existía la mediana y pequeña propiedad de bereberes, muladitas y otros.
Ganadería
La ganadería basaba principalmente en la alimentación e indumentaria, por productos derivados como la lana. El tipo de rebaño más numeroso eran los de ovejas y cabras, trabajados en gran medida por población bereber, sin embargo también existía la ganadería de bovinos y equinos.
Minería
Para hacernos una idea del volumen extractor musulmán diremos que era mejor que el visigodo pero peor que el romano. Más allá de estas generalidades, destaca el oro en los arenales del Darro y el Tajo, la plata de la zona de Murcia, el hierro entre la zona de Sevilla y Córdoba, el cobre del río Tinto, el mercurio de Almadén. En cuanto a la sal, principalmente provenía de salinas costeras como las de Cádiz, Almería y Alicante.
Industria
Muy relacionada con el comercio y el mundo urbano, nutriéndose en gran parte del sector primario que hemos visto hasta ahora.
La principal producción era textil en sus distintas formas: seda, lino, algodón, lana para vestimenta, tapices bordados … En muchos casos se usaban tintes para aumentar su valor comercial o se enceraban para hacerlos impermeables. Llegaba a haber zonas muy especializadas en tipos concretos elaboración textil como los tejidos conocidos como zaragocíes de Zaragoza (Saraqusta)
Otra elaboración importante era el calzado, ya sea a partir del esparto o de cueros, estos últimos muy trabajados en el valle del Ebro y en Córdoba. De hecho se hicieron muy famosos en la Europa de la época los cordobanes, un tipo de zapato de cuero de cabra.
En menor medida también tenemos industria del metal, cerámica del marfil en Córdoba y Cuenca, y del vidrio, ya que los musulmanes pusieron de moda el beber de vasos de cristal. Otro tipo de artesanía habitual era el de la madera, se usaban las maderas de calidad mas alta para mobiliario y arte y el resto para la construcción y las flotas.
Había dos grandes tipos de talleres, los de propiedad califal y los privados, los productos de mayor calidad se vendían en el exterior.
Vías de comunicación
El mundo andalusí aprovecha y adecúa varias de las vías terrestres romanas, las más importantes serán la de Málaga-Sevilla-Córdoba, la de Toledo-Zaragoza y la de Málaga-Almería-Murcia-Valencia-Tortosa-Zaragoza, siguiendo un curso muy parecido al de la vía augusta, pero sin llegar a los Pirineos, que estaban bajo control carolingio y desviándose hacia Saraqusta.
A nivel marítimo los puertos mediterráneos más importantes serán los de Pechina, Almería, Denia y Tortosa. En la vertiente atlántica tendremos principalmente los de Sevilla-Cádiz y Alcacer do Sal. Las baleares, una vez conquistadas por los musulmanes, serán una importante base logística y comercial para aumentar el dominio naval musulmán en el Mediterráneo occidental. Para saber más de la conquista musulmana de Mallorca, recomendamos nuestro artículo El dominio islámico de las islas baleares.
La cultura en Al-Ándalus
Como es lógico la expresión cultural en Al-Ándalus estará muy marcada por la cultura musulmana y las doctrinas islámicas, sin embargo, su desarrollo a lo largo de los siglos fue muy diferente y no debemos caer en el error de tomar una imagen estereotipada de una sociedad tan compleja.
En un primer momento, durante la conquista y las siguientes décadas, la cultura musulmana es débil y cerrada en sí misma, muy centrada en reducidos grupos de población, además no debemos olvidar que gran parte de los primeros conquistadores provenían de pueblos del norte de África de reciente islamización. En un primer momento había un marcado carácter malikí, que es una escuela de derecho basada en el Corán y en las costumbres de la ciudad de Medina, admitiendo modificaciones locales en favor del bien público. El máximo esplendor cultural de Al-Ándalus se dará en los siglos IX-X, que trataremos un poco más adelante, llegando a influir en muchas zonas de la Europa cristiana. Por último, durante el periodo de los siglos XI-XV volverá a cerrarse en sí misma, aunque no se pueda determinar su decadencia, su alcance de influencia mengua bastante.
Pasadas las primeras décadas tras la conquista, la cultura de Al-Ándalus toma un importante carácter sincrético, con gran capacidad de asimilar las culturas que se va encontrando y con las que va tomando contacto el Islam. Acabó siendo un puente de transmisión de diferentes culturas.
Aunque la cultura de Al-Ándalus se basaba en el Islam, tenemos que destacar que no era genuinamente árabe debido a las distintas aportaciones que se van sucediendo a la cultura musulmana y al origen de los pobladores musulmanes que llegan a la península ibérica. Las principales aportaciones son sirias, bizantinas, persas, indias y hispano-visigodas.
La lengua árabe era el vehículo cultural, lengua de prestigio y la que tenía que hablar todo buen musulmán, sin embargo el árabe tuvo muchos problemas en la península para adaptarse al uso cotidiano y muchas veces se mezclaba con formas bereberes y romances. Esto es debido a la escasa cultura árabe de la mayoría de los primeros musulmanes, la relativa solidez de la cultura mozárabe y porque tras la caída de los Omeyas hubo un sentimiento de rivalidad con los Abbasies que capitalizaban gran parte de la cultura árabe.
Escuelas de pensamiento
Hemos hablado de que en un primer momento se seguían las doctrinas malakistas, de la obra “El libro del camino plano” de Mailk ibn Anas. Durante el mandato de Hisam I (788-796) se consolida el carácter más localista de esta escuela.
Con el establecimiento del emirato independiente en el siglo IX ganaran importancia los mutazilistas y los bataníes, que eran más abiertos y abogaban por la racionalidad, defendiendo el libre albedrío. En un resumen muy general decían que los individuos eran racionales, tenían la capacidad del raciocinio, por tanto tenían la capacidad de adquirir los conocimientos necesarios para la salvación. Además los bataníes veían los textos del Corán de forma muy alegórica y de una forma no tan estricta como otras escuelas.
Personalidades
Son muchas las personalidades culturales a destacar de este periodo, nos centraremos en algunas de ellas.
Antes hemos mencionado que se puso de moda el beber en vasos de cristal, ésta moda y muchas otras que venían de Bagdad las trae a la península el poeta, músico y gastrónomo Ziryab (789-857). Ziryab trajo otras modas como la de comer sobre mantel (antes se hacía sobre bandejas, como los romanos) las comidas basadas en tres platos: sopa, principal y postre, además parece ser que inventó la albóndiga. En el campo de la vestimenta y la higiene introdujo diferentes formas de vestir según la estación del año, trajo la moda de bañarse por la mañana y al final de la tarde, y parece ser que popularizó en el Emirato de Córdoba un tipo de pasta de dientes que hoy en día no tenemos muy claros sus ingredientes.
Ziryab popularizó el afeitado y los flequillos como máximo hasta las cejas, además de nuevos peinados tan cortos que dejaban al aire el cuello y las orejas. Un peinado que si entráis en cualquier peluquería masculina de hoy, seguro que encontráis en los carteles.
Ziryab es una figura muy curiosa por que podemos detectar muchas modas y prácticas actuales en las tendencias que iba introduciendo ahí por donde pasaba, sin embargo no hemos de quedarnos solo con él. Por Al-Ándalus pararon grandes pensadores del mundo musulmán.
En el campo de la medicina tenemos a Abu al-Qusim que escribió una enciclopedia de medicina, y a Ibn Yulyul que destacó por la catalogación de plantas medicinales y por su trabajo sobre la obra del médico Dioscórides.
En otros campos tenemos a Maslama al Machriti que tradujo y trabajo la astronomía de Ptolomeo, la incorporación de las cifras arábigo-hindús de al-Jwarizmi, inventor del algoritmo.
En el campo del lo que hoy llamaríamos ciencias sociales destacan figuras como:
- Muhammad ibn Rusd, conocido como Averroes, que trabajó y comento la obra de Aristóteles.
- Mose ben Maimon, de origen judío y conocido como Maimónides, filosofo y gran estudioso de los textos hebreos.
- Abu Bakr al-Turtusi, filosofo político que escribió “Linterna de los príncipes” que pretende ser una guía para los gobernantes de su época en sus relaciones con Dios y con sus súbditos.
- Ahmad ibn Muhammad al-Razi, historiador autor de “Historia de los emires de Al-Ándalus”, crónica de los emires que comprende hasta la mitad del siglo XI
- Ibn al-Faradi, autor de “Historia de los sabios de Al-Ándalus”
- Abu Bakr ibn al-Qutiya, historiador autor de “Historia de la conquista de Al-Ándalus”
- Isa ibn Ahamad al-Razi, historiador autor de “Anales de Al-Ándalus” obra que trata la historia de Al-Ándalus hasta el final del califato.
Mundo literario
Como en muchas otras culturas, vamos a tener dos principales corrientes que se van a ir alternando y transformando a lo largo del período, la vertiente clásica de raíz árabe y la vertiente popular andalusí, con aportaciones de la heterogénea población de Al-Ándalus.
Las dos coexisten, dependiendo de la época, una de ellas tendrá más fuerza que la otra. Por ejemplo, en época de Abd al Rahman I destacó la rama clásica con importancia de la qasida, texto literario que habla de los paisajes orientales.
Llegados a este punto, finalizamos esta aproximación general y recomendamos obras como “Los Mozárabes: Historia, cultura y religión de los cristianos de Al-Ándalus”, “Así vivieron en Al-Ándalus: la historia ignorada” de Jesús Greus y “Economía y trabajo. Las bases materiales de la vida en Al-Ándalus” de María Mercedes Delgado.
Si quieren leer más sobre Al-Ándalus pueden hacer clic aquí.