Bienvenidos a Foro de la Historia, hoy entrevistaremos a Christian Berkel, reputado actor por su aparición en películas como Operación Valkyria o El Hundimiento y, desde hace no mucho novelista, habiendo publicado este 2021 El Manzano, una obra realmente reveladora sobre la posguerra en Alemania.
P – Pienso que su libro permite a sus lectores sumergirse en uno de los periodos más fascinantes de la historia de Alemania. El periodo de entre guerras y el surgimiento del partido Nazi. ¿Estaría usted de acuerdo con esta afirmación?
R- Para mí este periodo es profundamente inquietante. En mi novela quise contar la historia de una joven pareja, Sala y Otto. Viniendo de un estrato social muy diferente, siendo él un joven proletario, un protestante alemán y ella una joven judía sin ningún tipo de educación religiosa, la hija de un anarquista bohemio que de repente se da cuenta de que de un día para otro ya no era querida en lo que ella creía era su patria. En cómo les afectó cuando se dieron cuenta que ya no se les permitía expresar sus sentimientos entre ellos. Que de repente hubiese una ley que hacía muy peligroso estar con la persona que amaban, ni siquiera poder cogerse de la mano en público.
P- A la gente le puede o no gustar su libro pero no creo que nadie después de leerlo se pueda mantener indiferente de la historia. Como historiador siempre me ha fascinado como el partido nazi pudo hacerse con el control de la nación. ¿Cómo alemán que piensa usted de esto? ¿Por qué, en su opinión siguió el pueblo alemán a este loco?
R- Realmente no lo sé pero pienso que aunque nunca tengamos una respuesta a esa pregunta debemos seguir preguntándonos que hace a los dictadores tan atractivos a una mayoría de personas en un momento determinado. Ahora mismo estamos asistiendo a un incremento de partidos de ultraderecha con ambiciones peligrosas y aunque la historia no se repita podemos escuchar un perturbador eco y el sonido se acerca en Alemania, en España en Francia, en Italia, en Polonia, en Rusia, en Hungría, en los Estados Unidos etc.
P- Pienso que la historia de su madre, Sala nos muestra una mujer con una gran fuerza interior. ¿Qué siente usted cuando piensa en su madre y lo que tuvo que soportar para sobrevivir?.
R- Para sobrevivir tuvo que pagar un alto precio. Se asomó al rostro más feo de la humanidad y nunca se volvió a sentir en casa. Era como si estuviera constantemente sentada encima de su equipaje, preparada para huir. Pero ella me enseñó, que pase lo que pase en la vida. Los libros son los únicos amigos que no te defraudarán.
P- A lo largo del libro el tema del judaísmo va y viene, ¿Cuáles son sus sentimientos hoy en día con esa parte de su historia familiar?
R- Estoy agradecido de este legado, mi hogar está construido de palabras, de música y silencio. Todos juntos forman la imagen de una vida que merece la pena vivir. Esto es lo que me da fuerzas, porque nadie me lo puede quitar.
P- En 1954 regresaron a España los últimos presos de la división azul que luchó junto a los alemanes en el frente oriental. Volvieron a un país que los había olvidado y a un régimen que ya no los necesitaba. ¿Cómo piensa que Otto y otros como él fueron recibidos a su regreso? ¿Fueron también un recuerdo incómodo de su historia reciente para la nueva Alemania?
R- Ciertamente lo eran No solo los últimos en regresar si no todos ellos. Yo los llamo al generación muda. Todos permanecieron en silencio. Algunos porque se sentían avergonzados, otros por miedo a mirar a atrás. La mayoría porque probablemente se dieron cuenta en lo más profundo de su ser que no había respuestas a sus preguntas o igual porque ni siquiera se atrevían a preguntar. Sabiendo que la respuesta no podría ser otra cosa que aterradora. Si alguna vez hubo dudas hasta donde podría llegar el crimen y la destrucción humana de nuestra civilización. Los hombres en la IIGM dieron la respuesta más devastadora. Una respuesta que va más allá de las palabras o cualquier pregunta posible. Todos deberemos permanecer atentos, Brecht dijo en Arturo UI: El útero del que salió arrastrándose todavía es fértil.
Quiero agradecer al autor su gentileza al contestar a nuestras preguntas. Especialmente esta última me confirma algo que ya había hablado yo con una compañera de trabajo alemana. Cuando le pregunté que recordaba su padre de la guerra, ella me dijo que su padre nunca hablaba de ello. Es curioso porque el padre de mi mejor amigo, un escoces, que había luchado contra los alemanes en la campaña de África tampoco nos quiso nunca contar nada de aquella época. Ambos se llevaron a la tumbas sus horrores personales.
Desde luego de esta entrevista me quedo con la cita de Brecht. El totalitarismo, tanto de derechas como de izquierda sigue ahí y ante la fragilidad de la democracia todos deberíamos está atentos no sea que esté vuelva a resurgir.
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