El libro de Christian Berkel El Manzano es difícil de clasificar. No cabe duda que podemos incluirlo dentro de la novela histórica ya que narra unos hechos del pasado. Pero en realidad para mí el libro va más allá. Es una auténtica montaña rusa de emociones. Con su lectura sentirás irá, rabia, alegría, tristeza, ternura, desconcierto. Es un auténtico compendio de la vida en su faceta más cruda y emocional. Te arrastra a través de los personajes por todas las emociones que nos hacen humanos.
En la portada de El Manzano vemos una cita del Frankfuter Allgemeine Zeitung, “Una gran novela sobre el amor y la familia excelentemente contada” esta afirmación se queda corta, es mucho más que eso. La novela también habla del desamor, de lo mejor y de lo peor del ser humano. Es desde luego una novela para pensar, para reflexionar sobre uno mismo y sobre las personas que nos rodean.
Yo creo que todos en algún momento nos hemos preguntado acerca de nuestras raíces. Esa preocupación por de dónde venimos, quien somos y cuál es nuestro legado es una de las facetas que nos hacen humanos, que nos diferencia de los animales. Esté libro trata entre otras cosas precisamente de eso. El autor, igual que los personajes, de alguna manera parece buscar en esas raíces las respuestas a su propia vida.
En la novela vemos como los acontecimientos condicionan a los personajes, que arrastrados por ellos, son incapaces de tomar control de sus propias vidas. Impulsados por los acontecimientos a una vorágine de violencia que cambiará sus vidas los personajes se rendirán o lucharán dependiendo de su propia fortaleza física, moral y mental.
En el libro hay personajes de ambos sexos. Esta afirmación parece una obviedad especialmente cuando se trata de la historia familiar. Pero lo que yo quiero resaltar es que en realidad es una novela donde el autor destaca, por encima de todo, la fortaleza y las debilidades de las mujeres de su familia.
Pero en el libro no solo hay actores de carne y hueso sino que también hay lugares, Berlín, Paris, Madrid, Buenos aires, Gurs. Mientras algunas personas han vivido toda su vida en un mismo lugar. Otros la vida los ha llevado, incluso arrastrado, por distintos destinos no siempre, como vemos en la novela, de forma voluntaria.
En 1954 los últimos componentes de la división azul llegaron al puerto de Barcelona. Salieron de España llenos de ilusión para combatir el terror rojo. Volvieron no como héroes si no rotos e ignorados. Volvieron a una España que quería que el mundo se olvidase de ellos. En esto hay un cierto paralelismo con la sensación que debieron tener los soldados alemanes, tras su derrota, al regresar a sus hogares.
Si tenéis la oportunidad de leer el Manzano, os podrá gustar más o menos pero desde luego no os dejará indiferente. Os hará pensar en vuestra propia experiencia vital y seguro que os hará pensar como hubieseis actuado si os tuvieseis que enfrentar a situaciones similares. ¿Hubieseis tenido la misma fortaleza que Sala? Esa es la pregunta que os rondará la cabeza cuando terminéis el libro.
Quiero terminar esta pequeña recensión con un dicho anglosajón que creo muy oportuno. “When the going gets tough, the tough get going” Con esto podemos resumir el espíritu de esta novela. Por último, me gustaría recomendar otra reseña que hicimos en Foro de la Historia sobre un tema relacionado.