Reseña Teodora, la crisálida de Bizancio

En la actualidad, la historiografía y las diversas formas de divulgar historia, como es en este caso la novela histórica, han empezado a visibilizar el papel de las mujeres en la historia. De Justiniano se ha escrito mucho, sin embargo, ¿Cuánto se ha escrito de su mujer?

Este paso necesario ha servido para que el gran público conozca personajes que los historiadores conocíamos y que, sin embargo, se mantenían en la sombra para el conjunto de la población. Para poner un ejemplo relacionado con la novela que nos atañe, más allá de Teodora, una de las cabezas pensantes e influyentes durante el reinado de Justiniano, tenemos a Irene, una emperatriz bizantina posterior que llegó a ostentar las mayores cotas de poder en el imperio.

En el caso del libro que reseñamos hoy, el autor, Jesús Maeso de la Torre, docente, investigador y novelista, ha querido traernos a un personaje único, Teodora. Este autor también es conocido por otras como El papa Luna o El lazo púrpura de Jerusalén.

Teodora y justiniano
Teodora y Justiniano

Sinopsis

El reinado de Justiniano se inicia en las primeras décadas de siglo VI d.C, un reinado plagado de éxitos y de intrigas. Justiniano, un hombre devoto y cultivado, se emparejará con una de las mejores bailarinas que ha pisado Constantinopla hasta la fecha, la crisálida Teodora.

Esta, conocida tanto en las altas esferas como en los bajos fondos, se irá ganando un hueco en el corazón de Justiniano, a la vez que, en el corazón de los siervos del imperio, para ello contará con la ayuda de Nasica, un eunuco realmente capaz.

A destacar

La verdad es que esta novela es realmente sorprendente, ya no solo por el tratamiento que hace de los personajes históricos, sino por la buena narración tanto del ambiente cortesano y de sus intrigas, como del papel de los eunucos en estos conflictos. El personaje de Teodora en este libro nos muestra el como las mujeres en la corte tuvieron un poder importante sobre sus maridos y sobre la política del imperio.

El personaje de Nasica, además de ser fundamental para entender la novela y el personaje de Teodora, nos muestra la realidad de aquellos que eran despojados de sus órganos reproductivos para servir a sus amos en diferentes tareas.

La descripción de la ciudad de Constantinopla y sus bajos fondos es realmente esclarecedora para entender la otra cara de la ciudad imperial, donde no todo era la corte.
Por otra parte, aunque secundario y latente durante toda la obra, la cuestión religiosa que azotaba el imperio durante ese siglo VI d.C se ve reflejada en diversos pasajes, haciendo ver al lector que el imperio era un conjunto de provincias con sus diferentes sensibilidades y con diversas interpretaciones del cristianismo, como es el caso del monofisismo.
En mi opinión, si te interesa el reinado de Justiniano, uno de los emperadores que más conquistas le dio al imperio en ese siglo, este es tu libro. La visión transversal que ofrece el autor permite al lector captar la esencia de una época de grandes cambios dentro del imperio.

Por último, os recomiendo otra de nuestras reseñas aquí.

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