Cuando comencé a leer Riña de Gatos, no había leído nada de Eduardo Mendoza, me sentí seducido por la portada y, simplemente, compré el libro. (debo reconocer que soy una fácil presa para una buena portada)
Eduardo Mendoza es conocido por su extensa carrera literaria, La verdad sobre el caso Savolta o Sin noticias de Gurb lo hacen un autor realmente dinámico en varios géneros, sin embargo, hoy venimos a hablar de novela histórica, concretamente de Riña de Gatos, una novela ambientada en los meses previos al golpe de estado de 1936.
En esta obra se sitúa a Antony Whitelands, un especialista en Velázquez, en una tortuosa aventura en la que conocerá a personajes históricos como José Antonio Primo de Rivera. Todo este contexto se sitúa en un momento histórico cuanto menos turbulento, los meses anteriores al golpe de estado que desembocaría en la guerra civil española.
Desde un punto de vista histórico, Eduardo Mendoza dota a Riña de Gatos de un buen contexto histórico, informando a los lectores de la difícil situación de España en esta época.
Por otra parte, el Madrid descrito me ha recordado al utilizado por Arturo Barea en la trilogía La forja de un rebelde, es decir, un Madrid castizo en el que habita gente sencilla y que, sin embargo, se desarrollan acontecimientos y situaciones de lo más excepcionales. El Madrid descrito tiene sus luces y sus sombras, aun con eso, no pierde su esencia de ciudad viva y acogedora para todos aquellos que vengan de fuera, como es el caso del propio Antony.
Los personajes están diseñados para suscitar el interés del lector, algunos incluso, al ser históricos, tendrán un plus de magnetismo. Son un complemento a un ambiente que invita a tener personajes profundos, en ocasiones misteriosos y, en definitiva, dinámicos.
Me gustaría cerrar esta breve reseña destacando que esta obra fue premiada en 2010 con el premio Planeta, y no es para menos, pues creo que como novela histórica es excelente. El hilo conductor de la novela es fácil de seguir y su narración es divulgativa, por lo que invita a lectores y lectoras de todas las edades. En definitiva, Riña de gatos es una lectura que yo recomendaría.
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