El cristianismo en Japón hoy día es una religión minoritaria, aunque muy visible en el callejero urbano de ciudades como Nagasaki, Sapporo o Hakodate, entre otras. Esta religión, que hoy está firmemente asentada en torno a una tolerancia religiosa del estado japonés, siglos atrás fue perseguida brutalmente por personajes tan icónicos del Japón feudal como Nobunaga, Tokugawa Ieyasu y otros shogunes que no fueron especialmente amables con los misioneros que llegaron durante años a las costas del archipiélago nipón.
Santiago Mata, Doctor en Historia y Periodismo, experto en mártires y persecuciones religiosas, nos relata paso a paso como fueron las oleadas de conversión y posterior represión sobre el cristianismo en el territorio japonés durante los siglos XV-XVII.
El cristianismo, como todo lo europeo que llegó a Japón durante esos siglos, vino ligado del comercio, intrigas políticas y una necesidad de las congregaciones franciscana y jesuita de convertir a quienes consideraban infieles, pero no por ello malos.
Una buena parte de la incidencia católica durante estos siglos vino por la concepción racional que tenían los japoneses de la religión católica, que animó a muchos miles a convertirse, sobre todo en la zona sur del país.
Entre estas conversiones podemos observar que no solo se encontraba gente normal, sino que incluso llegaron a apoyar la incipiente religión samuráis y daimios, en algunos casos con fines políticos o comerciales.
Tras estas persecuciones, los cristianos en Japón, que todavía se contaban por miles, pasaron a una clandestinidad que solo se pudo romper tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, estableciendo una iglesia estable con numerosos centros de predicación por todo el país.
Esta obra, que es divulgativa pero que tiene una profunda investigación detrás, nos muestra el como la intolerancia religiosa es una constante en la Historia de la humanidad por motivos políticos, sociales o incluso económicos. Es por ello por lo que la recomendamos encarecidamente esta obra, por introducirnos en un tema realmente desconocido para la cultura europea.
