Hace unas semanas pude compartir espacio para hablar de memoria con Luz Martinez Ten, sindicalista de la UGT en la Federación de Servicios y amante del periodo republicano.
Luz, que es una persona extraordinariamente generosa, por su afán por divulgar y por las facilidades para asistir a eventos y a coloquios, me regaló dos libros, ambos sobre las maestras de la Republica.
Al día siguiente al coloquio, me puse manos a la obra con este La escuela de la República: Memoria de una ilusión con la intención de profundizar más en los contenidos que ya se habían debatido en el coloquio.
Este libro, editado por Catarata en colaboración con la FETE-UGT, supone una disertación de lo que fue, educativamente hablando, uno de los periodos más brillantes de la Historia de España. Las autoras, Carmen García Colmenares y Luz Martínez Ten, junto con las ilustraciones de María Luisa Vico Nieto, nos explican como fue la enseñanza educativa desde los años previos a la llegada inesperada de la Segunda República, hasta los primeros años del régimen franquista y su trato a esas antiguas maestras republicanas.
Los temas más interesantes, a mi juicio, son los que hablan del modelo educativo que quería implantar el nuevo estado, destacando que estos venían siendo elaborados años antes y que, realmente, la implantación se efectuó en la década de 1930. El nuevo modelo educativo estaba basado en el aprendizaje de las materias a partir de la experiencia, en un entorno sano y salubre para el alumno que posibilitara su total desarrollo.
Sin embargo, y pese a que esta reforma radical del sistema educativo duró hasta incluso el final de la guerra civil española, se encontraron con numerosos problemas como la falta de infraestructura, la nula existencia de colegios en los pueblos o la falta de acondicionamiento de los pequeños espacios de los que disponían.
Este libro nos narra el proceso en todas sus dimensiones, con las experiencias de decenas de maestros y sus reflexiones sobre el proyecto de escuela que estaban intentando implantar.
Nos gustaría recomendar este libro, en primer lugar, por destacar el papel de las mujeres en esta época, pues muchas veces estuvo invisibilizado y en el sector educativo no se entiende la escuela sin las maestras republicanas.
Por último, la recopilación de cartas y numerosos documentos de todos los ámbitos, nos da la posibilidad de entender que supuso la escuela para el nuevo estado y para las personas que lo compusieron, además del inmenso reto de implantar la educación en las zonas rurales no existía.
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