Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell, fue un escritor y periodista británico que destacó por su ferviente crítica al totalitarismo. Entre sus obras más conocidas tenemos Rebelión en la Granja o 1984, en las que critica duramente el Stalinismo y el socialismo real, influido en gran medida por su experiencia en la Guerra civil española como miliciano del POUM, partido purgado en gran medida por las directrices de Moscú.
Esta obra, publicada en 1949, nos muestra un mundo distópico en el que el autor reflexiona sobre el totalitarismo, una forma de dictadura que irradia su poder a todos los rincones de la sociedad.
El protagonista de esta obra es Winston Smith, un funcionado del Ministerio de la Verdad, una institución dedicada a la desinformación y a la rectificación de la realidad para que la sociedad no tenga dudas o recelos sobre el Gran Hermano, la cara visible del Partido Único.
En estas páginas se nos muestra lo que se ha denominado una sociedad orwelliana: desinformada, sin historia y controlada. Esta claramente es una disección de lo que Orwell considera que es el proyecto socialista de la Unión Soviética, esto se ve claramente en cuestiones como que incluso el estado que nos muestra en la obra tiene un carácter soviético.
La legitimidad de la dictadura se basa en la debilidad del hombre y en la necesidad de que exista una institución superior que guie a los hombres hacia un fin más importante.
En este modelo de sociedad, la historia no existe, pues como en muchos casos es contraria a las directrices del partido, este ha preferido eliminarla o reescribirla para adaptarla a las doctrinas del nuevo estado. Si la realidad no fuera conveniente, directamente sería inventada desde cero.
Esta idea es una crítica frontal al modelo de propaganda ejercida por los estados totalitarios, en los que todo lo inservible para los objetivos del nuevo estado es sustituido, destruido o ocultado, por lo que los ciudadanos acabarían viviendo en la realidad alternativa ofrecida desde las instituciones.
Otro punto que personalmente me ha impactado de esta obra y que considero fundamental es la visión que se tiene de la sociedad, a la que se considera armónica pues tiene que estar ligada a los intereses del partido, esto es fundamental y explica las purgas de las que se habla a lo largo de toda la obra. Cualquier persona que no encajara con el proyecto o que tuviera una mínima duda o un sentimiento de rechazo debía ser reeducado (a través de la tortura) o eliminado.
El control sobre la sociedad es total, siendo el último reducto de oposición contra el estado la llamada Hermandad, en la que se aglutinan todos aquellos que quieren liberarse de ese yugo.
Respecto a la Historia Orwell a través de Winston Smith reflexiona sobre lo fácil que es reescribir la historia a través de un borrado sistemático e interesado, haciendo de esta práctica la base del nuevo estado.
En definitiva, esta obra supone una crítica transversal a los sistemas totalitarios y a la dificultad de acabar con ellos cuando están en el poder. Por otra parte, debemos destacar la vigencia que tienen estas páginas hoy en día con respecto a internet y al control que ejerce sobre nosotros, con las nuevas formas de represión e incluso con las formas de control más concretas y efectivas que pueden ejercer las dictaduras a través de las nuevas tecnologías.
Si queréis leer algo más sobre las vivencias de George Orwell en su paso por la guerra civil española os dejamos este artículo.