Bienvenidos a Foro de la Historia, hoy voy a hablar acerca de la Fotografía aérea poniendo como ejemplo el castillo de mi pueblo, Santibáñez el Alto.
Introducción:
La premisa del contenido parte de la creación del Servicio y las Escuelas Prácticas de la Aerostación Militar en 1889, cuando los materiales necesarios para dicha tarea llegaron. Estos años fueron cruciales para los avances en la fotografía aérea gracias a Rafael Peralta, que, y cito del artículo que nos concierne, «puso toda su ciencia y autoridad al servicio de la fotogrametría aérea, obteniendo interesantísimas vistas desde globos y preparando un instrumental muy superior a la que por aquella época tenían los ejércitos de los restantes países […] en aquella época en la que la fotografía desde globo era considerada como un simple deporte».
Sin Embargo, el conflicto norteafricano marcaría el uso de la aerostación en el sector militar ya que se envió la unidad aerostática en 1909 para realizar reconocimientos de terreno. Aunque la fotografía en las décadas siguientes mejoró, la fotometría aérea no estaba tan desarrollada como la anterior, así que se comenzó a plantear nuevos sistemas teóricos y prácticos. Habrá que esperar hasta 1928 en la que se harían los levantamientos fotográficos de la cuenca del Segura por el vuelo PNOA, Pan Nacional de Ortofotografía Aérea (Vuelo Ruiz de Alda Cuenca del Segura, entre 1929-1930), con una escala de 1/10.000 a blanco y negro.
Pocos años después, el empleo del catastro para identificar las parcelas agrícolas y forestales sobre las fotografías aéreas fue culmen y muy útil para realizar trabajos de observación, catastrales y de recuento satelital-aéreo de las regiones.
FOTOGRAFÍA COMO UTENSILIO ARQUEOLÓGICO: EL CASO DE SANTIBAÑEZ EL ALTO
Siguiendo el hilo argumental y temático, podríamos continuar con un ejemplo actual, considerablemente didáctico, el cual ha sido empleado por los investigadores de este lugar, el caso de Santibañez el Alto, Cáceres. La escasez o, nula conservación de un registro fotográfico o planimétrico de la planta de la fortaleza de esta localidad o, simplemente de fotografías nítidas que muestren cualquier elemento arquitectónico, ha dificultado enormemente la interpretación y estudio de las actuales ruinas, hasta tal punto de que se han tenido que realizar varios vuelos a dron con el fin de levantar un futuro modelo 3D, pues de lo contario, sería enrevesadamente complejo pretender entender lo que se quiere ver.
Es principalmente por esa razón, que los investigadores se han visto en la obligación de recurrir a los ya mencionados vuelos PNOA para realizar una observación exhaustiva, no solo de los vestigios o cultura material que ofrece el complejo defensivo, sino también del mismo crecimiento, evolución demográfica y transformaciones físicas que ha podido experimentar la villa.
El vuelo más antiguo del que dispone de la Sierra de Gata fue el realizado entre 1945-1946, siendo el vuelo americano Serie A con escala de 1/43.000 en blanco y negro. De este mapa nos quedamos con varias cuestiones: primero, la existencia de senderos o pasos que circundan la fortaleza y de los que hoy, prácticamente han quedado aquellos que son de uso frecuente y considerados principales. Segundo, el área del Alcázar: hoy en día, es prácticamente imposible interpretar o delimitar el espacio que ocuparía esta parte del castillo, pues tan solo quedan en pie dos muros perimetrales y, para más inri, en medio se edificó en torno a 1973 un depósito de agua. La imagen muestra el citado espacio sin uso ni huellas antrópicas, la vegetación predomina hasta tal punto, que delimita el supuesto área de manera evidente.
Por último, vemos que, en el interior de la alcazaba, en el lienzo sur, aparece una estancia techada, el depósito de cadáveres del cementerio, el cual hoy en día tan solo queda una pared y los cimientos de las restantes, así como la colmatación de escombros en su interior y un tramo con enlucido decorativo que adornaría el interior de la estancia.
Tan solo con la aparición de la techumbre intacta, indica que ya en el 45-46 este elemento se encontraba en uso, por lo que pudo construirse un tiempo antes de la toma de esta fotografía. A medida que observamos los vuelos, vemos más detalles del tejado, hasta tal punto de que en tormo a los 70, éste se encuentra en muy mal estado y casi vencido, por lo que intuimos que es en esta década cuando el depósito comienza a perder su uso (recientes estudios constatan que el ultimo cuerpo enterrado en este cementerio viejo data del 1983-1984, pero el depósito tuvo un abandono previo).
Los vuelos PNOA de los años consecutivos, como hemos afirmado inmediatamente, sirven para estudiar la evolución demográfica y del complejo seleccionado a vista aérea. En este caso, es interesante las antiguas rutas transitables o senderos en torno al castillo y el estado en el que se encontraba la propia fortaleza por aquellos años. (Añadir fotografías)
Sin embargo, la verdadera labor de analizar estas fotos no es más que la de compararlas con otros vuelos, es decir, los realizados consecutivamente desde 1956, 1973, 1980,1989, 2010 y 2012, siendo estos últimos los de mejor resolución. A continuación, ofrecemos un par de ejemplos comparativos.
Vemos que, aparte de haberse transformado los senderos o rutas delimitadas en la ortofoto de 1945, el urbanismo y estado del complejo se ha modificado, así como el uso del camposanto y sus elementos relacionados en el interior de la alcazaba. Sin embargo, los actuales trabajos en el Plan Director sobre Santibañez el Alto para delimitar los diferentes tramos de muralla, lienzos, torres y demás elementos, se han utilizado fotos del Catastro para poder realizar sobre dicha planta, una diferenciación de intervenciones de restauración en el complejo, así como delimitar las parcelas circundantes para evitar dañarlas. En estos vuelos, ya aparece el depósito de agua en el alcázar, terminado de arruinarlo, así como el depósito de cadáveres, en el 73 en pie, pero abandonado, mientras que en el 98 prácticamente queda tan solo su planta: (añadir fotografías)
Conclusiones:
La conclusión es que, aunque desarrollado muy escuetamente, ya que el tema de Santibañez el Alto es considerablemente amplio y su estudio está en curso desde 2019, es que la arqueología, a falta de recursos, estudios profesionales y desde un punto de vista académico previo a las actuaciones de verdad, puede utilizar la fotografía aérea como una herramienta muy útil para la observación de yacimientos arqueológicos, así como la secuencia de vuelos PNOAs y demás tipos de fotografía que pueden revelar datos sumamente relevantes para conocer el nivel de abandono, sedimentos y estructuras que no se conocían. No podemos olvidar los estudios demográficos, poblacionales, geográficos, tecnológicos y revolucionarios para la fotografía aérea.
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