Se ha escrito mucho sobre el movimiento antifranquista, es más, en esta casa hemos reseñado algunas obras en las que, como en El precio de la libertad, se habla de forma transversal del mismo, sin embargo, no se ha escrito tanto, a nivel personal, sobre lo que supuso el régimen en las vivencias personales de los individuos.
Sin embargo, y para aplacar el desánimo que pueda tener el lector, en la actualidad están comenzando a publicarse memorias de luchadores antifranquistas como las de Julián Ariza, a quien se le atribuye un papel fundamental en la construcción de CC.OO y en la lucha del movimiento obrero durante el franquismo.
Estas memorias han sido editadas por Catarata y Fundación 1º de Mayo, relatan las experiencias más importantes de Julián Ariza desde su infancia hasta su retiro, pasando por sus inicios como sindicalista o su papel relevante tanto en CC.OO y en el Partido Comunista de España.
El tema central de este escrito es la lucha obrera antifranquista y en la transición, pues nos comenta largo y tendido las estrategias y la efectividad de estas ante un régimen que desplegó una intensidad represiva importante, sobre todo en sus últimos años.
La estrategia de unidad sindical con UGT ya en democracia, su sentido y sus efectos son otro tema realmente significativo para comprender las últimas décadas del sindicalismo español, su combatividad frente a los gobiernos y las diferentes huelgas generales desde la década de 1980 hasta la actualidad.
Sus memorias están cargadas de reflexiones personales sobre el sistema de partidos políticos, sus aciertos u errores durante su trayectoria sindical y sobre sus colaboradores más estrechos, como Marcelino Camacho o Santiago Carrillo.
Debo admitir que estas memorias son las más fructíferas e interesantes que he leído hasta la fecha, principalmente por su carácter humano y por su alto contenido político. Julián Ariza nos hace reflexionar sobre lo que es el sindicalismo, sobre lo que es un buen sindicalista y sobre los que deben ser nuestros retos para el futuro como clase trabajadora y como integrantes de cualquier sindicato de clase.
Por último, me recomendar este libro, que da una perspectiva humana y diferente a aquellos años, además de agradecer a Jorge Carrillo la oportunidad que me dio al descubrirme esta obra, me ha servido para darme cuenta de que en la vida no siempre son todo victorias y que en la derrota también se aprende.
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