Creta Minoica, una introducción:

Creta ha sido durante siglos, junto con Sicilia, las Islas Baleares, Malta o Cerdeña, uno de los puntos neurálgicos del comercio Mediterráneo. Desde Gadir a Tiro, las islas siempre han sido refugio de comerciantes, piratas, y clases dominantes que estaban influenciadas por diversas culturas, productos, religiones y tradiciones.

Como bien dice el autor L. Vance Watrous en este libro, las rutas comerciales han sido fundamentales para la confluencia de culturas y el desarrollo de, por ejemplo, culturas como la Minoica, sobre la que hoy hay un intenso debate en torno a su fundación, las influencias que hicieron de esta única y la impronta que dejaron en el mundo griego clásico.

Creta es una isla llena de fauna y flora, con una diversidad de las más altas de Europa, ya que concentra más de 120 de vegetales y especies en un territorio que no es demasiado estrecho, con menos de 200km de largo y entre 27 y 54km de ancho, dependiendo de la zona.

Tanto su ubicación en el epicentro del Mar Egeo como su cercanía con islas como Chipre o la región del Levante hicieron de Creta un punto fundamental para el desarrollo del comercio y del intercambio de culturas.

La cultura minoica, de la que habla Vance Watrous en esta obra divulgativa, se desarrolló en la isla de Creta entre 3000 y 1450 a.C., es considerada la primera civilización avanzada de Europa, comparable con las ciudades estadas de Mesopotamia o los enclaves egipcios del Reino Medio.

Esta destacó por su economía basada en el comercio marítimo, construyendo enormes palacios como el de Cnosos, y un arte vibrante lleno de frescos y cerámica refinada que hoy en la actualidad se puede visitar en la propia isla o en museos tan importantes como el arqueológico de Atenas.

En esta obra Vance nos habla de la totalidad del periodo a través de la arqueología, en la que podemos observar que la religión minoica era politeísta, centrada en figuras femeninas y con símbolos tan destacables como el Toro (importante en la mitología griega posterior).

Los minoicos emplearon sistemas de escritura como el Lineal A, que aún está por descubrir, sin embargo, se cree que este sistema de escritura era utilizado por los escribas y funcionarios para tener un control tanto de la política como de los intercambios culturales con otras civilizaciones.

La civilización declinó debido a desastres naturales como la explosión del volcán de Tera o la influencia micénica, que terminaron por quebrar este sistema talasocrático en favor de uno basado en la fuerza militar y el desarrollo de ciudades estado que guerreaban entre sí.