Bienvenidos a Foro de la Historia, hoy estamos un día más en la sección de entrevistas para hacer diversas preguntas a personas públicas que creemos que pueden interesar a nuestros lectores. Hoy queríamos abordar un tema que creo que preocupa a muchos compañeros de fatigas. La tarea del historiador en la sociedad. Para ello, hemos contactado con Santiago Castellanos, profesor de Historia Antigua en la Universidad de León y novelista, además de viejo conocido en este espacio, pues ha participado ya en unos cuantos programas de nuestro podcast.
¡Bienvenido Santiago!
P- La divulgación histórica es algo que interesa sobremanera a los historiadores más jóvenes, podemos ver que en internet cada vez hay mas páginas, podcast e incluso cuentas en redes sociales dedicadas a difundir conocimiento histórico. Junto a todas las oportunidades y ventajas que tiene la nueva forma de difundir conocimiento ¿Cómo cree que debería actuar la academia para adaptarse a este nuevo tiempo?
R- Precisamente acabo de llegar de un Curso de Verano de la Universidad del País Vasco en el que se ha hablado de este asunto y mi charla versó sobre esto que me preguntas. Vuestros lectores pueden ver además una reseña de dicho Curso de Verano, reseña que ha salido publicada en El País el 4 de septiembre. En el mundo académico a veces somos reacios a la divulgación; en cualquier caso yo estoy convencido de que tenemos que lanzarnos a ella y, de hecho, yo estoy embarcado en la divulgación desde hace ya varios años. Por ser muy breve: creo que tenemos que ser rigurosos, pero al mismo tiempo tenemos que estar preparados para llegar a un gran público. Y estar preparados para críticas procedentes de personas ajenas a lo académico. Además, al menos los académicos de mi generación, hemos de ser conscientes de que nosotros nos formamos en el siglo XX, y estamos ya avanzado en el XXI. Esto supone que llegar al gran público implica el uso de Twitter, o de Youtube (yo no tengo canal de Youtube y eso que me lo han planteado alguna vez), por mencionar solamente dos plataformas, pero hay otras como tú bien sabes. Para llegar al público muy general uno tiene la suerte de conectar con muchos lectores a través de la novela histórica. Pero intento, en la medida de mis posibilidades de tiempo, que no son muchas, acceder a esas otras vías. En fin, es una suerte de cambio de chip, nunca mejor dicho. Pero, como he dicho al principio, siempre sin olvidar el rigor. Se puede entretener, explicar, pero sin perder el rigor.
P- El sistema Bolonia ha intentado hacer hincapié en los trabajos y en una forma de estudiar sin tener tanto en cuenta la memorización. Más allá de los resultados y del propio sistema, en su opinión, ¿Qué habilidades se deberían inculcar a los alumnos para que puedan democratizar la disciplina histórica?
R- Lamento decir que yo sí soy partidario de la memoria. Sin memoria no hay aprendizaje. Esto no implica, por supuesto, que solo con memoria sea suficiente. Pero considero un error el haber trasladado la educación universitaria al otro lado del péndulo. Aunque tengo la impresión de que somos muchos los que intentamos mantener ciertos diques de contención al respecto. En cuanto a las habilidades por las que preguntas, no soy pedagogo. Pero creo que, sobre todo, la capacidad crítica y algo que me preocupa mucho últimamente. Me refiero a la expresión oral y escrita. Se debe aprender a hablar bien en público y, por supuesto, a escribir, al menos, con corrección. Y, por no extenderme más, a comprender que la Historia son procesos y, por lo tanto, perfectamente explicables. El triunfo del cristianismo o la revolución burguesa o la caída de la URSS no se describen… se explican.
P- Por último, para acabar esta breve entrevista nos gustaría que le dedicara unas líneas a nuestros lectores interesados en realizar divulgación histórica. ¿Qué consejo les daría a aquellos que están empezando a escribir artículos, novela o guiones para el público general?
R- Que sean fieles a su pasión. Que confíen en ellos mismos, pero que, al tiempo, se preparen, estudien, lean muchísimo. Antes de escribir una sola línea sobre nada, debes leer hasta la extenuación, aprender de los que han estudiado antes y mejor que tú un tema. Solamente así puedes formarte una opinión cabal, razonable, seria. Y esa es la base sobre la que puedes construir divulgación.
¡Muchas gracias a Santiago Castellanos por habernos concedido esta breve entrevista!
Por último, me gustaría recomendaros esta entrevista que le realizamos a Andoni Garrido
