Tengo que admitir que El Enjambre me ha sorprendido, no soy mucho de novelas de espías, pero la idea de continuar leyendo las aventuras de Elsa Braumman me cautivó desde el primer momento.
Si bien en La Traductora y en la entrevista que le hicimos a sus autor@s nos centramos en que, aparte de la historia, nos contaran de primera mano como era el desarrollo de una novela conjunta, ya que es algo inusual, en esta nueva obra quería descubrir como habían relatado la sociedad de posguerra en una provincia periférica.
En esta novela José Gil y Goretti Irisarri nos sitúan nuevamente en los años más duros de la posguerra española, momentos en los que las tierras españolas se llenaron de embajadas, espías e intromisiones por parte de los países contendientes de la Segunda Guerra Mundial.
Nadie es lo que dice ser en El Enjambre y todos los implicados están ávidos de conseguir información para sus países, cueste lo que cueste.
Este contexto ya de por si es novelesco, sin embargo, si esto podía mejorar, lo ha hecho al situar el contexto en una Galicia, un territorio periférico y a la vez exótico frente al Madrid de La Traductora. Esto rompe quizá con el tópico en el que caen muchos autores de situar sus novelas en ciudades grandes como Madrid o Barcelona, cuando realmente una buena parte de la población aún vivía en el campo o en ciudades pequeñas de provincia, como es el caso de Vigo.
Al estar situada en un contexto diferente, José y Goretti han tenido la posibilidad de describir la sociedad gallega en esos años tan convulsos, donde la diferenciación entre clases es realmente notable. La sociedad de las apariencias, tan importante durante esos años, aparece retratada con total perfección. En contraste, los autores se han esforzado por desarrollar personajes que
Las relaciones entre la administración y los nazis para colaborar en favor de la victoria del eje es otro de los temas que aparecen mejor descritos en El Enjambre. Si estas relaciones serán fundamentales para el desarrollo de la obra, la descripción del aparato del estado franquista también será fundamental para el desarrollo de la trama.
El Enjambre es muy distinta a La Traductora, empezando por la protagonista, pues Elsa sufre un cambio de personalidad respecto a la primera obra, me parece que ambos autores creo que reflejan muy bien como su personalidad ha ido madurando a través de las páginas.
El resto de los personajes también varían respecto a una primera novela más céntrica, centrándose en personajes extravagantes y misteriosos que tienen los ojos puestos en los demás y en sí mismos, con el objetivo de encajar en la sociedad de las apariencias.
El Enjambre en definitiva es la novela de espías que no te puedes perder en 2023, Haz clic aquí si quieres leer más reseñas.